miércoles, junio 28, 2006

Los primeros 5 minutos del día

No pretendo ser mas que una espectadora de mí misma, como dijo alguna vez el señor Fernando, ando soltando sueños por ahí, entre las sábanas de un mundo que no descifro, otro código que desconozco.
Hoy desperté sabiendo que necesitaba crear mi día, que sin mí las horas no caminan, mas bien chorrean el reloj defectuoso de los meses estériles. Para velar el sueño de anoche me visto de amarillo, le doy luz, lo empollo para que rompa su cascarón perezoso algún otro sueño mas vivo que el anterior, aquel que me llenó de espanto la boca, que me atravesó las pupilas oníricas de un solo movimiento, sádico espadachín, no se asusta de mi sangre azul, mi sangre a borbotones manchándolo todo, como la carne cruda que fue nombrada y escrita, como los cuerpos de las vacas carneadas y sus goteras sangrientas, terrestres.
Quiero secar mi cuerpo al sol junto a los tomates en la vieja escuela, quiero saltar mapas y caer en el océano convertida en balsa, soy mi propio Cristo, un cristo con minúscula, un cristo más, pero no multiplico panes, soy un cristo multiplicador de alfajores de maicena con los bordes atestados de ralladura de coco.
Hoy la zanja está repleta de hojas, hojas secas del otoño anterior al invierno que me habla tan de cerca que escarcha el perfil de mi cara, mi pelo que crece, ha crecido mucho ya, que siga... hasta el piso de baldosas, que siga hasta que barra el suelo, hasta taparme las espaldas como una capa de mago, como la capa de Tangasis.
Pienso en el desapego, en limpiarme, en volver a la anterioridad de los objetos, al espacio entonces vacío, potencial, a la posibilidad de todo, al génesis, a las tierras fértiles que aún no han sido sembradas, volver a la semilla.
Recién salgo del colchón y estos pensamientos ya estaban alojados desde hace rato como haciendo fila para ser pensados, para ser figura, una figura que se recorta sola desde el fondo de mí, una manifestación de pensamientos.
Recién salgo del colchón... me siento contaminada, apelmazada, llena de letras, palabras, frases, llena de fotos, llena de necesidades, ansiedades, así desperté hoy, colmada, aun no siento el cuerpo como propio, no pude desayunar por miedo a vomitar diptongos en la taza del café con leche... Intento pisar bien fuerte el piso con mis pies, necesito tierra, ancla, de ser necesario me estacaría al parquet, me siento tan etérea, desencarnada, aérea.
Me voy al balcón a abrazar a mi ficus, voy a plantarme un rato, a echar grandes raíces que me sostengan el cuerpo.



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