miércoles, junio 28, 2006

Fragmentos de lo Cotidiano

Hemos dicho algo, no importa que, logramos hablar de esto y aquello.
Encontraste las tazas detrás de los frascos y preparaste un té de canela.
Sostuve un abrigo detrás de tu espalda hasta que el puño encontró la manga y te abrigaste.
Escuchamos dos discos, uno mío y otro tuyo.
Me fui, te quedaste, te fuiste y volvimos, yo con hambre vos con sueño.
Comí, dormiste y soñaste en voz alta, te grabé, lo escuchamos y nos reímos juntos.
Me aburrí mientras te bañabas.
Leí dos hojas del libro y silbaste para desconcentrarme.

No hay comentarios.: