jueves, julio 27, 2006

Una Alcancia


Los ojos a mil horas
del ultimo peldaño
del escalón de tu antesala
caminar en cuclillas
de la solapa al viejo botón
aun sostenes la copa?
una luz iluminando tu frente antes y ahora como antes

En silencio
como escuchando desde los ojos dormidos
mi lucidez linchando pensamientos
y
tu verdad librada al azar

tan blanco, muerto
/decidiste ser parte de la nieve/
quién te enseña la vida
no recuerdo haber cedido espacio

sobre el papel transparente
de tus días bajo llave
sostenes la única esperanza
de un respirar demorado

tus ojos se desvían
del encierro a la selva
tocaste en mí
los colores inventados
que buscaste entonces
cuando todo era azufre

revolviendo los cajones
entre espejos desvariados
encintas la parte más bella
son cisnes, son rostros, una estrella

es tan tarde
de tarde sin tarde la tarde
que el tiempo perdió sentido
/al menos para mí/

dos morteros
el mismo limón
seco dio su último jugo
/con la misma canción de antes/
me guardo en la alcancía.

3 comentarios:

Javier Delfino (javoc) dijo...

No logro revelar las imagenes tan nítidas que pintan tus poemas. Tendrán el sabor de lo oculto. Otal vez es que el árbol no me deja ver el bosque. Revolviendo los cajones... que imagenes bellas que pintan tus palabras de galocha. Tus rimas mejoran y el diccionario grita las palabras que no sabe. Alejo algo está haciéndo en todos nosotros. Tal vez aporte, dictándo un nuevo vocabulario.

Anónimo dijo...

a tu rescate rescatada
vamos al cine may!!!!!

Anónimo dijo...

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