Escucho a Calamaro “perdimos estabilidad, no sabemos de que lado vamos a quedar parados...” “... demasiada camiseta y cada vez menos gambeta...”
me fumo un cigarrillo abrasada a Haku, dejo al gato y agarro el mate, lavado, no aprendo mas.. voy poco a poco, el chorrito de agua tibia, para no quemar la yerba, la bombilla, un poco de manzanilla, horrible igual, igual me lo tomo.
Estoy contenta, el cielo limpio entra por la ventana de mi cuarto rota por el granizo de los otros días, no la quiero arreglar, me encanta verla así, encintada en diarios, ahora mi ventana también es letrada, lindo lindo.
Mucha fiaca, fiaca de bañarme, de salir de la sabana tibia, hermosa frazada, se vino el frío, mmm tengo un rico vino para la noche, la nariz helada. Me quedo un rato mas en el colchón, que placer estirarme de los brazos a los pies, toda, me inunda el bostezo
“...cuantas veces me dijeron que no a mí y sobreviví...” “... igual somos amigos porque para enemigos hay un montón de gente...” sigue Calamaro.