lunes, septiembre 11, 2006

Inferir la existencia















Después de morir
desmayada en mil vómitos
y creerme lejos ya
de mi cama y de este tiempo extraño

Me deje ir
temblando transpirada
fría
con el estómago ardido

Amarilla la luz en mi pelo
la bilis entre los dientes
lloré de soledad
como otras veces

y como otras veces
seguí respirando
y el trance que no fue muerte
me trajo una imagen
en mi mano
indicios de mar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

MAIRA, ME DEJÀS SIN PALABRAS...
PERO PREFIERO TU PRESENCIA A TU POESIA

Javier Delfino (javoc) dijo...

Niña, es la hora de encontrarse con las olas. La hora de raspar el interior de las almejas, la hora de las gaviotas. La hora de sentir el viento. Todo en el balcón. Es el momento de difrutarlo todo, de sacarle el puto jugo al pedacito que nos toca de este mundo. es la hora de reír hasta que te duelan la muelas. Es la hora de llorar también, pero riéndo aún. porque se nos va. nos deja el tren y no hay otro atrás, es el último. es la hora de escupirle en la cara al puto día. ya es la hora. Así que no mires ni un segundo mas al piso salvo para reflejarte en el charco. Porque no quedan mas horas, ni minutos ni segundos. Sólo quedan momentos. Un par, pero quedan. Ciao.

guido dijo...

Hace un tiempo no pasaba por aca. Siempre que llego me sorprendo.
Indicios de mar. Bonito
Saludos

guido dijo...

No me aguanté: "Mil grullas" no estaba. Pero tengo "Lo bello y lo triste"
Gracias.